jueves, marzo 23, 2006

Proverbio antiguo


Para penetrar la armadura mas dura,
Usamos el tacto mas suave.
Ceder funde la resistencia.
La densidad se llena con la luz.
El buen trabajo se consigue sin esfuerzo.
En silencio, se escuchan las enseñanzas .
En la quietud, el mundo se transforma.

Lao Tzu

Un cuento de pelusas


Había una vez, hace mucho tiempo, dos personas muy felices que se llamaban Tim y Maggie, las cuales tenían dos hijos llamados John y Lucy. Para poder comprender lo felices que eran, habrá que entender cómo eran las cosas en aquel entonces. Hay que saber que por aquellos días se les regalaba a todos inmediatamente que nacían una Bolsa de Pelusas, pequeña y suave. Siempre que una persona metía mano en su bolsa para buscar, sacaba de ahí una Pelusa Caliente muy abrigadora. Había, pues, mucha demanda de Pelusas Calientes, porque siempre que alguien recibía una Pelusa Caliente, eso le hacía sentirse muy contento y abrigado. La gente que no recibía Pelusas Calientes con regularidd estaba en peligro de contraer una enfermedad en la espalda, que le hacía encogerse y morir.
En aquellos días era muy fácil conseguir Pelusas Calientes. Cada vez que alguien tenía ganas de una, iba a tu encuentro y te decía: "Me gustaría recibir una Pelusa Caliente". Entonces uno metía la mano en su bolsa y sacaba una Pelusa, del tamaño de la mano pequeña de una niña. Tan luego como la Pelusa salía a la luz del día, se iluminaba con una sonrisa y florecía transformándose en una Pelusa Caliente, amplia y abrigadora. Entonces tú colocabas una encima del hombro, o de la cabeza, o sobre las piernas de la persona, y la Pelusa se le acomodaba perfectamente, deshaciéndose contra su piel y haciéndole sentirse lleno de contento. La gente siempre se estaba pidiendo mutuamente Pelusas Calientes; y puesto que siempre se daban gratis, no era ningún problema tener siempre bastantes consigo. Había suficientes para todos, y por consiguiente cada uno se sentía feliz y estaba muy cómodo y abrigado la mayor parte del tiempo.
Cierto día, una bruja mala se puso muy enojada, porque todo el mundo estaba tan feliz que nadie se ocupaba de comprar brebajes y emplastos. La bruja era muy lista e ideó un plan perverso. Una hermosa mañana, la bruja se acercó cautelosamente hasta Tim, mientras Maggie jugaba con su hija, y le murmuró al oído: "Tim, mira nada más la cantidad de Pelusas que Maggie le está dando a Lucy. ¿Sabes?, si lo sigue haciendo así, va a acabar por quedarse sin ninguna ¡y no quedará una sola para ti!".
Tim quedó estupefacto. Volviéndose a la bruja preguntó: "¿Quieres decir que no siempre habremos de encontrar una Pelusa Caliente cuando la busquemos en nuestra bolsa?" A lo que la bruja respondió: "No, desde luego que no; y cuando las Pelusas se terminen, ya no podrás tener más". Y diciendo esto, se fue volando, montada sobre su escoba, riéndose y cacareando por el camino.
Tim tomó la cosa muy a pecho y comenzó a fijarse cada vez que Maggie le regalaba una Pelusa Caliente a alguien. Acabó por sentirse muy preocupado y disgustado, porque le agradaban mucho las Pelusas Calientes de Maggie y no quería renunciar a ellas. Pensaba que ciertamente no era justo que Maggie estuviera desperdiciando todas sus Pelusas Calientes en los niños y en otras personas. Así empezó a quejarse cada vez que veía a Maggie regalar una Pelusa Caliente a alguien; y como Maggie lo quería mucho, dejó de darles Pelusas Calientes con tanta frecuencia a las personas, y las reservó sólo para él.
Los niños se fijaron en lo que sucedía y pronto comenzaron a pensar que era malo regalar Pelusas Calientes cada vez que alguien las pedía o tenía ganas. Y también ellos se volvieron muy cuidadosos en eso. Observaban a sus padres muy de cerca y siempre que les parecía que ellos regalaban demasiadas Pelusas a los demás, también comenzaron a oponerse. Poco a poco se sintieron muy preocupados cuando ellos mismos regalaban demasiadas Pelusas Calientes. Y a pesar de que ciertamente encontraban una Pelusa Caliente cada vez que la buscaban en su bolsa, poco a poco dejaron de meter la mano en ella, volviéndose más y más egoistas. Muy pronto la gente empezó a darse cuenta de la escasez de Pelusas Calientes: y comenzó a sentirse menos contenta y abrigada. Empezó a encogerse y, de cuando en cuando, había algunos que se morían por falta de Pelusas Calientes. Así, más y más gente iba en busca de la bruja para comprar brebajes y emplastos, aunque no resultaban efectivos. Y sucedió que la situación se iba poniendo muy dificil en verdad. La bruja mala, que contemplaba todo esto, no quería en realidad que la gente se muriera (puesto que los muertos ya no podían comprar sus brebajes y emplastos), por lo que ideó un nuevo plan. A cada uno se le dió una bolsa muy parecida a la Bolsa de Pelusas, salvo que aquella era una bolsa muy fría, mientras que la de Pelusas era caliente y acogedora. Dentro de la bolsa de la bruja había Espinas Frías. Estas no hacían que las personas se sintieran abrigadas y contentas, sino que, por el contrario les hacía sentirse frías y espinosas. Pero si lograban impedir que la espalda se les encogiera. Por lo que de ahí en adelante cada vez que alguien decía: "Yo quiero una Pelusa Caliente", las personas que temían agotar su reserva de ellas respondían "No puedo darte una Pelusa Caliente, pero ¿no te gustaría recibir una Espina Fría?" En algunas ocasiones, dos personas se acercaban una a la otra, pensando que iban a recibir una Pelusa Caliente, pero uno u otro cambiaba de parecer y terminaban por darse mutuamente Espinas Frías. Por lo que el resultado fue que, aunque muy pocas personas se morían, sin embargo muchas seguían desdichadas, sintiéndose extremadamente frías y espinosas. La situación se complicó muchísimo porque, desde la llegada de la bruja, las Pelusas Calientes eran cada día más escasas; por lo que las que anteriormente eran gratuitas como el aire libre, ahora eran extremadamente raras y de mucho precio. Esta fue la causa de que la gente hiciera toda suerte de cosas para conseguirlas. Antes de que apareciera la bruja, las personas acostumbraban reunirse en grupos de tres, cuatro, o cinco, sin que a nadie le importara demasiado quién le estuviera regalando Pelusas Calientes a quién. Pero a partir de la llegada de la bruja, la gente empezó a dispersarse por parejas y a reservar todas sus Pelusas Calientes exclusivamente el uno para el otro. Las personas que, olvidándose de sí mismas, le regalaban a otro una Pelusa Caliente, inmediatamente se sentían culpables por ello porque sabían que su compañero seguramente resentiría la pérdida de una Pelusa Caliente. Los que no lograban encontrar un compañero generoso, tenían que comprar sus Pelusas Calientes y trabajar durante largas horas para ganarse el dinero necesario para adquirirlas.
Hubo personas que, de alguna manera, se hicieron "populares" y con eso recibieron muchas Pelusas Calientes, sin tener que volver ellas ninguna a cambio. Entonces esta gente vendía dichas Pelusas Calientes a quienes no eran "populares" y que necesitaban de ellas para poder sobrevivir.
Otra cosa que sucedió fue que algunas personas tomaban Espinas Frías -que las había disponibles gratuitamente y en cantidad ilimitada- y las recubrían de un material blanco y esponjoso, haciéndolas pasar por Pelusas Calientes. Estas Pelusas Calientes falsificadas eran en realidad Pelusas de Plástico, y ocasionaban nuevas dificultades. Por ejemplo, dos personas se reunían e intercambiaban líbremente Pelusas de Plástico, cosa que esperaban les haría sentirse bien y contentos, pero, en vez de eso, se separaban sintiéndose muy mal. Y como pensaban que lo que habían estando intercambiando mutuamente eran Pelusas Calientes, quedaban sumamente desconcertados, sin darse cuenta de que los sentimientos fríos y espinosos que sentían eran en realidad el resultado de que les habían dado muchas Pelusas de Plástico.
Así, la situación llegó a ser muy deplorable; y todo comenzó por la llegada de la bruja, que hizo creer a la gente que algún día, cuando menos lo esperaran, podrían meter la mano en su Bolsa de Pelusas Calientes y descubrir que se les habían agotado.
No hace mucho, una mujer joven de grandes caderas nacida bajo el signo de Acuario, llegó a esta desdichada tierrra. Al parecer, ella desconocía todo cuanto se refería a la bruja mala, y no se preocupaba en lo más mínimo de que se agotaran sus Pelusas Calientes. Las repartía generosa y líbremente, aun cuando no se las pidieran. La gente la llamaba la Mujer Mundana y no la aceptaba, porque estaba comunicándoles a los niños la idea de que no deberían de preocuparse de que las Pelusas Calientes pudieran llegarles a faltar. A los niños les caía muy bien, porque se sentían muy contentos junto a ella; y así comenzaron a regalar Pelusas Calientes siempre que les venía en gana.
Las personas mayores, preocupadas, tomaron cartas en el asunto y decidieron emitir una ley para proteger a los niños contra el despilfarro de su provisión de Pelusas Calientes. La ley declaró ser una ofensa criminal repartir Pelusas Calientes con atrevimiento y precipitación y sin tener licencia para hacerlo. Sin embargo, a muchos niños no les importó nada lo sucedido y a pesar de la ley continuaron regalándose mutuamente Pelusas Calientes siempre que les venía en gana y siempre que se las pedían. Y como había muchos, muchos niños, casi tantos como personas mayores, parecía que ellos acabarían por salirse con la suya.
Hoy por hoy, es dificil decir qué es lo que sucederá. ¿Lograrán la fuerzas adultas de la ley y el orden frenar el atrevimiento y precipitación de los niños? ¿Se unirán los adultos a la Mujer Mundana y a los niños aceptando el riesgo de que siempre pueda haber tantas Pelusas Calientes cuantas sean necesarias? ¿Se acordarán de los días en que sus niños están intentando retroceder al tiempo que las Pelusas Calientes abundaban porque la gente las regalaba gratuitamente?.

Claude Steiner

miércoles, marzo 22, 2006

Pensaras


Pensaras, que a que he venido
si ya todo ha terminado
diras a lo mejor, que cariño pido
pero te has equivocado

Y diras quizas que estoy loco
o que me falta un sentido
pero por besar tu boca
el corazon he perdido

Yo no vengo a que me quieras
ni a contarte una desazon
solo vengo a reclamarte
que me des mi corazon

El corazon que una noche
muy confiado te entregue
y sin ver que lo engañabas
en tus manos lo deje

Ya veo que me lo devuelver
pero yo te lo di entero
en pedazos no lo quiero
te puedes quedar con el

Jorge Palacios

El amor y la locura


"Era el principio de los tiempos, cuando no existía nada. Cuando ni siquiera el tiempo existía porque nadie había inventado nada para llevarle la cuenta.
Y los vicios y las virtudes se pasaban todo el día discutiendo sobre quien habitaría el cuerpo de los humanos y no se ponían de acuerdo.
La Locura, que estaba loca, tubo una idea que le pareció genial.La Intriga, que estaba realmente intrigada, pensó:- "¿Cuál será la idea tan buena que ha tenido esta Locura? "La Locura dio un brinco y después otro y dijo:- Es muy sencillo, es un juego genial y muy divertido. - dijo la Locura - Es el juego del escondite.
Uno de nosotros se pone a contar con los ojos tapados. Y los demás salen corriendo a esconderse donde puedan. Luego el que cuenta sale a buscar a los demás. Si al último que encuentre es una virtud, serán las virtudes las que habiten al hombre en mayor número, si es un vicio serán los vicios los que habiten a los humanos.
Entonces alguien entre la multitud dijo:-¿Y si encuentra una pareja de virtud y vicio?.La Locura pensó un instante y dijo:- Muy sencillo, se repartirán por igual.Todas las virtudes y los vicios salieron corriendo a esconderse.
La Justicia cogió de la mano a la Verdad, porque la Verdad siempre acompaña a la Justicia.
La Ensoñación cogió a la Ternura de la mano y dando saltitos se fueron a esconder detrás de una nube rosa. Y allí comenzaron a pintar las nubes de tonos morados, rojos, rosas y azules. Y es por eso que en los atardeceres el cielo se llena de nubes de colores.
La Lujuría cogió de la mano a la Pasión y juntas escalaron una montaña para esconderse en ella. Y la montaña se convirtió en volcan.
Y así se fueron escondiendo todos, todos menos dos.El Amor y la Envidia no sabían dónde meterse. La envidia vio un pino y se subió en lo alto.En el último momento el Amor se tiró a un rosal de rosas rojas donde nadie se había escondido porque estaba lleno de púas.
La Locura se dio la vuelta y empezó a buscar a sus compañeros.

- ¡Cruz por la Lealtad!.- La Lealtad, leal como era, no se había movido del lado de la Locura.

- ¡Cruz por la Esperanza!.- La Esperanza se había escondido cerca pensando que quizá no la encontrarían

.- ¡Cruz por la Ignorancia!.- La Ignorancia, despistada salió preguntando ¿A qué estamos jugando?

- ¡Cruz por la Ensoñación y la Ternura!

- ¡Cruz por la Envidia!La Envidia, envidiosa de que no hubieran encontrado al Amor, se bajó del árbol y dijo:

- Pues el amor está escondido en esas zarzas.

La Locura dio vueltas a la zarza pero no vio al Amor, y es que el Amor es difícil de encontrar a veces.- Pero busca bien, que está ahí.- dijo la Envidia.
La Locura intentó apartar las zarzas con las manos pero se pinchó. Y es que a veces el Amor hace daño sin querer.- Pero busca bien, que seguro que está ahí. - azuzó la Envidia.
La Locura ya no sabía que hacer y cogió una horca de dos puntas y comenzó a pinchar las zarzas con ella.
Finalmente se oyó un grito que dejó a todos helados:-¡Ahhhhh!. -El Amor salió de las zarzas con las cuencas de los ojos vacías bañadas en sangre.
La Locura no sabía que hacer, todos le estaban mirando, y sintiéndose culpable por lo que había hecho le prometió al Amor que a partir de ese momento sería su lazarillo.Y es por eso que dicen que el Amor es ciego y siempre va acompañado por la Locura"

martes, marzo 21, 2006

Campo de margaritas


La primavera había llegado y el día había sido muy caluroso.
Los últimos rayos de sol se dejaban ver en el horizonte.
Acabábamos de llegar a la casa de campo para pasar el fin de semana.
Te pido que te pongas cómoda, que te des una ducha y mientras te preparo en el jardín algo de comer.Así, lo haces. Te das una ducha, y con el pelo mojado, te pones al albornoz, y sales al jardín.
Escuchas que he puesto un disco de Sade... música lenta...El campo esta precioso… tan verde.. todo lleno de flores, de margaritas silvestres…Empiezas a pasear entre ellas, notando el cosquilleo de las plantas en tus piernas desnudas…El cielo esta imponente.
Las estrellas empiezan a brillar, y decides tumbarte en el suelo, sobre una manta, para observar el firmamento.
Coges una manta, la extiendes en el suelo, y te tumbas sobre ella… en mitad del campo de margaritas… Salgo de la casa y te busco… te encuentro entre las flores.Me acerco de nuevo a ti y te beso. Llevo una bandeja en las manos, y al acercarme, te mueves y el albornoz se abre, dejando una de tus piernas a la vista...Me siento junto a ti y te beso. Arranca varias margaritas, y las pongo entre tu pelo…una flor para otra flor…Busco tus labios, y los atrapo con los míos..me abrazas, y el beso se hace eterno.
Nuestras lengua se entremezclan.Mientras seguimos besándonos, te desato el albornoz y lo abro...dejando tu cuerpo desnudo iluminado por la luz de las estrellas... tus preciosas piernas, tus caderas ideales, tus majestuosos pechos….Me acerco a la bandeja, tomo el bote de nata en mis manos y pongo un pegotito en cada pecho, justo en la zona del pezón.Luego voy poniendo pequeños pegotes por tu barriguita, por tu ombligo, por tu monte de Venus, por tus muslos.
Pongo una mora en cada sitio donde hay nata y luego lleno tu cuerpo, desde tus pechos hasta tus piernas, de finos hilos de sirope de chocolate, poniendo un poquito también en la comisura de tus labios, en tu barbilla y en tu cuello.
Paso el dedo por tus labios... untadito en el sirope...y tu lengua lo limpia.Ahora son mis labios los que van a limpiarte empezando por tu boca. Paso mi lengua por tus labios... por tu barbilla comiéndome todo el chocolate. Bajo al cuello... y entre besos y lenguetacitos, se escapa algún mordisquito pequeño, pero largo profundo..... de vampiroMi lengua sigue el camino del sirope, y llega a tus pechitos....con la puntita empiezo a recorrerlos, a limpiarlos.Me como la nata de uno de ellos, y paso al otro.
Abro la boca todo lo que puedo, y meto el pezón lleno de nata, sirope de chocolate y la mora en mi boca...y termino de limpiártela.. pasando la lengua despacito, por el pezón...Noto como se ha ido poniendo duro y paso al otro pechito, para seguir jugando...Después de un buen rato sigo bajando...hasta llegar a tu barriguita y repito la operación... Sigo y sigo hacia abajo... pasando de largo de tus ingles...hasta llegar a tus muslos.
Paso la lengua por ellos y va desapareciendo los rastros de chocolate y de nata... y dejando solamente restos de mi saliva... por todo tu cuerpoAhora me acerco a tu coñito, por que aun tengo que limpiar esa zona, y empiezo por las ingles...lamiendo y lamiendo... Noto un delicioso olor que nace de la mezcla entre la nata y tu cuerpo y tus fluidos.... Los lengüetazos se reparten entre tu monte de Venus...tus ingles...y los labios exteriores de tu coñito.
Estoy de rodillas ante ti...y te abres mas y mas de piernas cada vez que sientes mi lengua recorriendo tu cuerpo... Separo los labios y meto la puntita de la lengua entre ellos...recorriendo tu interior…saboreándote a ti, que es el verdadero manjar, mas dulce que el chocolate, mas sabrosa que la nata...Mi lengua sube y baja por tu coñito rozando a su paso...el clítoris….sensible...durito... abultado... Pongo dos dedos en la entrada de ese vicioso agujerito que tienes..siempre ardiente…hambriento... insaciable... Y los meto....despacito...muy despacio..pero resbalan tan fácilmente que los tienes totalmente dentro...Y así, mientras mi lengua sigue estimulándote el clítoris, dándote esas increíbles sensaciones de placer…mis dedos entran y salen de tu coñito con un movimiento rítmico y pausado... despacito... Los giro dentro de ti, los muevo a la izquierda, a la derecha, mientras…la otra mano...acaricia tus pechos pellizcando tus pezones...Estas muy excitada... la respiración, los gemidos, ...te delatan.
Me separo de ti... y subo por tu cuerpo con mi lengua hasta llegar a tus pechitos...que vuelvo a besar, a lamer los duros pezones… y sigo subiendo....por tu cuello, por tu barbilla...hasta llegar tu boca...Te beso, me besas.
Y sigo subiendo.. poniéndote mis pezones en tu boca, para que los beses…los muerdas suavemente.... Y sigo subiendo... hasta que notas....como mi dura polla se coloca entre tus pechos... rozo con la puntita los pezones...y la meto entre ellos....con tus manos... aprietas tus pechos sobre ella, y la aprisionas...empezando a masajearla así..Muevo lentamente las caderas...y enseguida... sigo subiendo un poquito más...hasta que dejo mi polla a la altura de tu boca.La besas.
Pasa tu lengua por ella,,,, recorriéndola de arriba a abajo...metes la puntita en tu boca, y mientras tus labios la sujetan, tu lengua desde el interior la chupa... Pones tus manos en mis caderas...y empiezas a marcarme el ritmo...y mi polla va entrando y saliendo de tu boca
Seguimos así un buen rato...hasta que me separo de ti...bajo frotándome contra tu cuerpo... hasta que pongo mi boca junto a tu boca y nos besamos…y mi polla....dura...cerca de tu coñito...Me miras a los ojos... y nos seguimos besando... mientras notas como poco a poco mi pollita va posicionándose entre los labios de tu coño y empiezas a notar la puntita... que recorre el interior...rozando tu clítoris….suavecito...Pero tu no aguantas más.... estas deseosa de que te folle...y con tu mano, sujetas mi polla y la llevas hasta la entrada de ese agujerito...que tantas ganas tiene de comer... Yo con un movimiento de cadera....facilito la labor..metes la punta
Empiezo a moverme... despacio sobre ti...metiendo y sacando... la punta de mi polla, solo la puntita....para ir poco a poco.. metiendo más.. y más...hasta notarla en tu interior por completo....hago con mis caderas movimientos rotatorios sobre ti al mismo tiempo que entra y sale.......sigo besándote...y con una mano empiezo a acariciar tu clítoris de nuevo...empiezas a gemir....el sentir mi lengua tanto tiempo por tu cuerpo te ha puesto especialmente cachonda...acelero el ritmo...mas y mas deprisa
Me abrazas con tus piernas... con tus brazos....y empiezas a sufrir descargas de placer.... a sentir que el cuerpo te explota....y gritas... gimes... jadeas....disfrutando de un orgasmo increíble….Tu cuerpo tiembla… gritas… y te estremeces
Poco a poco voy aflojando el ritmo....sigo besándote.. mientras recobras la respiración....y mi polla todavía dura... sigue moviéndose dentro de ti.... muy despacito....seguimos abrazados un buen rato...hasta que me separo de ti, y te pido que te des la vuelta.....te pones boca a abajo...te sujeto las caderas y las levanto para que me dejes terminar mi trabajo......me meto entre tus piernas....y pongo de nuevo la polla en la entrada de tu coño...esta chorreando..y entra de un solo golpe y con facilidad, totalmente....tus pechos cuelgan de tu cuerpo...pongo la palma de la mano rozando uno de tus pezones....para que, con el movimiento ... roce sobre ella...Mi juguete entra y sale...cada vez mas deprisa....el ritmo va acelerando....y notas la dureza de mi polla en tu interior….rozando con las paredes de tu vagina…sigo y sigo.....hasta que no puedo evitar....acelerar el ritmo al máximo....y empezar a correrme....a eyacular...a bañarte con mi leche..... a llenarte entera....mientras mueves tus caderas.....y te sumerges en otro orgasmo
Poco a poco el ritmo va aflojando....cada vez mas despacito...dejas caer tu cuerpo en la manta, sobre las margaritas, ... descansando….y yo me tumbo sobre ti...besándote el cuello… la nuca....y te abrazo....hasta quedarnos dormidos a la luz de la luna
Por Marco Valerius